octubre 10, 2006

Domingo

Es cierto, los domingos son los peores días de la semana. Son tristes, aburridos y locos. Tienen esa maña de llenar todo de pereza y melancolía, de ser más largos que cualquier otro día, de aplastarte las sienes con los colores del atardecer. Ocasionalmente salgo a Wal-Mart o a algún centro comercial nomás a babosear porque nunca traigo dinero. Una vez me quedé horas viendo compus, nomás apretando los botones, abriendo y cerrando programas hasta que el encargado sutilmente me corrió. También me he quedado sentado en los pasillos observando niñas, es tan agradable ver mujeres bonitas y mejor aún si están buenas, otras veces me meto al Mix up a escuchar discos, sería bueno que te den un asiento cuando te la pasas escuchando discos porque cuando te pasas mas de una hora parado sin caminar los pies te comienzan a doler insoportablemente. Me gusta cuando a alguna encargada bonita le hago perder el tiempo buscando discos que yo me invento.

Aburrición, acostado, TV. Debería salir al cine por lo menos, buscaría una película digna de un domingo, de esas películas tontas en las que no necesitas saber historia general para entenderle. No me da pena ir solo al cine, lo malo es que no tengo dinero.

Los domingos nunca los planeo, he pasado domingos todo el día metido en la cama, viento programas de TV o películas y sólo me levanto de la cama para satisfacer mis necesidades mas básicas: comer e ir al baño. En short, pijama o en puros calzones. Quedarme horas frente al televisor o leyendo algún libro, solamente observar de cuando en cuando por la ventana cómo va cambiando el día. Dormir a ratos, ora ver TV, ora leer, otra vez dormir. Apagar el celular y no abrir la puerta a nadie, aislarme del mundo, quedarme solo conmigo. Inventarme un mundo. Morirme un rato. Encerrarme en mi esquizofrenia con pizcas de paranoia adornada con depresión. Solo imaginario, no creo estar tan loco para tener todo eso, no podría pagar el psiquiatra.

La tarde ya llegó, ahora que procede?. Matar cucarachas… esas salen por las noches. Podría salir a ver a los cuates del barrio, pero eso implicaría levantarme de mi cama y salir, chiflar y esperar a que alguien aparezca con la probabilidad de que no salga nadie y me que de yo solo sentado en la esquina, oliendo los perros calientes que venden cruzando la calle y ya dije que no tengo dinero para cenar en la calle.

Bueno, ya va a oscurecer, es muy triste, los colores se vuelven pálidos y en el cielo aparecen naranjas y rojos agonizando. Perros olisqueando otros perros. Vacío. Hace calor. De un momento a otro me quedaré dormido, los párpados se me cierran de repente. Mañana volveré a abrirlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola,si todas las reflexiones son tuyas, guau k profundo,sin krer entre al Skype y vi k tenias un blog y kise entrar a curiosear.