septiembre 11, 2010

De placeres



María José caminaba por aquel edificio apresuradamente, el sonido de sus tacones rompían el silencio que a las doce de la noche acostumbra apoderarse del lugar, su minifalda dejaba ver sus hermosas piernas bien torneadas y su escote permitía imaginar unos pequeños y hermosos senos. Al llegar a la habitación 324 llamó a la puerta, un tipo bien vestido la recibió dándole un beso en la mejilla y tomándola del brazo para acompañarla adentro, en el interior cinco hombres más vestidos de etiqueta con una copa en la mano la estaban esperando, de inmediato María José los saludó con una sonrisa y recibió del último hombre un fajo de billetes. Varias cámaras de video estaban encendidas en los cuatro puntos de la habitación y conectadas en directo a la gran pantalla de plasma que adornaba la sala, uno de los tipo se acercó a María José y comenzó a tocarla, posteriormente otro se le unió besándole las piernas y poco después los cuatro restantes se abrían paso para manosearla. Uno a uno les chupó el miembro hasta que fue penetrada por cada uno, posteriormente por dos a la vez mientras pedía uno más en la boca. Las posiciones en las que la penetraron fueron diversas e inimaginables mientras ella se observaba en cada uno de los recuadros en la pantalla de plasma. Solo gritos, gemidos, palabras obscenas y humo de tabaco salía por las ventanas y por entre la puerta, y una que otra persona que pasaba solo volteaba curiosa sin imaginar lo que sucedía. Después de tres horas María José volvió a vestirse, bajó las escaleras, una persona en un auto la esperaba en la entrada del edificio, ella se acercó sonriendo y le dio un beso en la boca, le mostro el fajo de billetes, subió al auto y se perdieron en la oscuridad de la noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ola ola solo un mes más para el fin de este añito...
ya es justo no.!!! una publicación más!!!
J.